I ·💡 Cómo nacen las ideas y el emprendedor
¿Los emprendedores nacen o se hacen? Una introducción a la historia
💡 Este el primer post de esta historia. Te sugiero que, si aún no lo haces, primero leas el siguiente disclaimer
Disclaimer
Q3 2016 📌
Y así partió todo, lejos del cashback. Si hago el esfuerzo de recordar, creo que fue en septiembre del 2016. Iba manejando desde mi primer y único trabajo como empleado, ComparaOnline (hoy Compara), con dirección al cómodo techo para vivir que me daban mis papás. Normalmente, volvía cansado, aprovechaba los 35 minutos de trayecto para escuchar el programa radial de Avello con Oscarito en la FM Hit ¡Imagina lo apagado que llevaba el cerebro en el camino! Definitivamente en modo automático.
Tenía 26 años. Confieso que en ese tiempo ya tenía ganas de hacer algo distinto. Hace ya rato veníamos pensando ideas con algunas personas, por lo que ese chip de búsqueda ya estaba implantado en mí. Considerando la pésima memoria que tengo, me resulta raro recordar que estaba doblando en la última esquina antes de mi casa, cuando se cruzó el problema/oportunidad en mi cabeza ¡Boom! Nació la idea del primer Krip, sin ciencia, sin metodología, sin esperarlo realmente.
En verdad, tal vez partió mucho antes de Krip. En el 2013 nos fuimos con una visa working holiday a Nueva Zelanda junto a mi mejor amigo de la universidad, el Tomi. Me cansé rápido del trabajo de campo (sí, los famosos kiwis 🥝) y sabía que, si era lo suficientemente movido, podía conseguir algo mejor. Al poco tiempo, nos habíamos mudado a la capital, Wellington. Vendíamos puerta a puerta una suscripción a Fatso, el nuevo Blockbuster a domicilio para Oceanía (en Chile lo intento Bazuca, películas a tu casa). Este trabajo era a puro riesgo. Comisiones si es que vendíamos, pifias si es que no lo hacíamos. Nos fue muy mal en un comienzo, pero terminamos rompiendo los récords de la oficina, aunque esa historia quedará en otro post.
La importancia de este capítulo junto a Tomi, es que tanto caminar y conversar terminó en lograr que acordáramos que teníamos que emprender juntos. Creíamos que teníamos un buen match para desarrollar alguna idea. Fueron más de 500 km caminando, 650.000 pasos, para pensar en esto. Miro hacia atrás y me pregunto cuánto de inception tiene haber estado en un rol de ventas, en tecnología y de patitas en la calle con 23 años.
Escribiendo esto, me doy cuenta de que la historia puede haber partido aún más lejos de lo que creía. En el 2009 estaba pegado con ir a la nieve, al nivel que subía a dedo y a cortar ticket¹ para poder andar todos los fines de semana de forma gratis y cuasi-ilegal. Así que postulé para irme a trabajar a un centro de ski en Vermont, USA durante el verano, también con una working holiday. Ese verano-invierno me volví adicto a whiskeymilitia.com, un sitio con ofertas por tiempo muy limitado (genera sensación de urgencia) y con muy bajo stock (genera escasez). El formato se llamaba one deal at time y crecía fuertemente en USA de la mano del fenómeno Groupon, que era un modelo similar, pero no igual.
Cuando en marzo del 2010 volví a Chile decidimos replicarlo con mi polola² de ese entonces, Paz, y otro gran amigo, el Fa. Creamos Shotgun! Store, el primer one deal at time en Chile. Siempre digo que no sabíamos qué es lo que hacíamos. En esta parte de la vida tenía 20 años y las cosas iban fluyendo. Primero, nos ganamos un fondo público SERCOTEC que nos financió con algo más de USD 3.000. Con eso, logramos armar una página web, cerrar con proveedores y terminar vendiendo nuestros primeros productos. Nos seleccionaron entre +80 startups en un concurso que se llamaba Geek Fantasy Camp, organizado por la Universidad Católica, y fuimos con IncubaUC a San Francisco a pitchearle a reconocidos inversionistas y emprendedores. La experiencia fue espectacular, definitivamente de las que más me impactó de la época universitaria. Tal vez este hito, que contaré en otra entrada, puede ser digno de ser definido como la primera semilla.
También podría apuntar como mi influencia emprendedora a mi hermano Diego, que en esos años ya fundaba Phage Technologies (hoy Phage Lab, invertida por Kaszek) con sus amigos de la universidad. Nada mejor que ver las cosas de cerca, ser influenciado implícitamente. Por último, no le puedo restar méritos a todas las clases particulares que hice en el colegio y universidad, o a las limonadas que vendimos cuando chicos en Raúl Rivera con la Negra, mi hermana.
Podría nombrar cualquiera de estos hitos como el origen de Krip y del emprendedor. Desde esto, puedo concluir el que, creo, es el origen de muchos emprendedores, circunstancial. Me refiero a esos emprendedores que se fueron creando en el camino. Personas que no decidieron de un día para otro ser emprendedores, sino que se vieron, sin darse cuenta, ejecutando proyectos y negocios de forma independiente. Lo anterior, influenciado por distintos hitos durante su formación y vida que los hicieron coquetear con conceptos muy ligados al emprendimiento: riesgo, la necesidad, la innovación, la autonomía, la adrenalina y muchos otros que son parte de lo que es emprender. A medida que van saboreando estos términos, este perfil de individuos no siente un gran disgusto, todo lo contrario, y sortean dificultades con astucia para cumplir sus objetivos. Así, estas personas van cargando su barrita de “estoy listo, es el momento” ⚡ y se lanzan a emprender.
Que no se me malinterprete pensando que es un proceso feliz y perfectamente confluente. Menos aún que es la única forma. Sé de historias de necesidad, de cierto azar, de decisión. Lo que sí es seguro es que, quienes tenemos esta chispa inicial, terminamos por hacernos cargos de ese camino que te va forzando hasta el punto que te obliga a identificar que llegó el momento, se llenó la barrita de carga. A mi entender, el emprendedor no nace, se hace. Ya sea en un proceso lento a lo largo de la vida o en un periodo corto de tiempo, que en su necesidad, ganas o sueño, le hace llegar a ese “estoy listo, emprenderé”.
En fin, estos fueron algunos de los hitos que me llevaron a emprender. Por otra parte, vale la pena contextualizar que crecí en una familia de abogados y médicos, muy alejado del mundo de los negocios. En donde la palabra riesgo ni siquiera se mencionaba porque era muy riesgoso citarla. Terminé estudiando Ingeniería civil industrial, más porque creía que, ante mi indecisión, me daba amplitud y tiempo para definir que quería hacer, lo cual tampoco logré definir en la universidad. En este contexto, terminé emprendiendo. Hoy, parto a escribir esta historia 🚀.
Nacho Belmar - Founder
Escribo sobre la historia del exit de Krip.
Asegúrate de leer este disclaimer. Ve todos los post en mi blog.
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¹ En esos años los centros de ski no tenían pases tipo tarjeta para ser validados. Se colgaba un triángulo de alambre al cual se le pegaba un sticker alrededor que correspondía a tu pase diario. “Cortar ticket” era la práctica de esperar a personas que dejaban el centro a las 12-12:30, normalmente brasileños, para pedir que te regalaran su ticket, proceder a “cortar su alambre” y usarlo por el resto del día.
² En Chile le decimos polola a lo que en otros lugares se conoce como novia, andante, pareja, etc.
🔮 ⏩ En los próximos post te contaré en qué consistía esta primera idea, cómo financiamos esta etapa y te mostraré un video que hasta hoy me da vergüenza.
Interesante! 👏👏👏 Efectivamente los emprendedores nos hacemos en el camino.